6 de septiembre de 2010
Hace unos días en Zacatecas, se llevó a cabo el Encuentro Nacional Feminista. Mil trescientas mujeres de 29 estados del país llevamos a cabo conversatorios, paneles de trabajo y mesas de discusión para diagnosticar nuestra situación en el México del Bicentenario y Centenario.
Desde diferentes vertientes y corrientes de interpretación, el reencontrarnos los distintos feminismos, nos permitió reconocernos y ratificar el sentido del movimiento amplio de mujeres.
El diagnóstico sin duda es desolador. Sin dejar de reconocer los avances legislativos, la construcción de nuevas instituciones y políticas públicas para reducir desigualdades y la incorporación de mujeres en cargos de decisión con una mayor construcción en la perspectiva de género. En contraste se profundizan los problemas estructurales, se cancelan y acotan los derechos humanos, se deteriora el medioambiente, se dan retrocesos graves en derechos de salud sexual y reproductiva, feminicidios, migración, deterioro del tejido social.
Durante tres días se pudo ubicar formas de coincidencia para las acciones políticas venideras pero también se pudo consensar nuevas formas de articulación y nuevas estrategias para un renovado quehacer.
El pronunciamiento final contiene una serie de planteamientos base para el desarrollo de las acciones:
“Que las mujeres de México experimentamos y confirmamos un continuo agravamiento de la situación social, económica, ambiental, cultural, política y de militarización en nuestro país. Este se manifiesta entre otras formas, en la profundización de la pobreza, la marginación, la exclusión y la expulsión de la población; además, contamos con evidencia clara de que ello está cobrando muy altos costos a las mujeres”.
“El Estado mexicano ha sido debilitado vulnerando su laicidad y el régimen político simula un sistema democrático”.
“Los feminismos de hoy enfrentamos a la derecha que aprovecha parte del discurso de derechos civiles para criminalizar a los movimientos que visibilizan el clasismo, el sexismo y el racismo, a la vez que resinifican los discursos tradicionales contra la libertad de las mujeres. En particular, las feministas identificamos en la actualidad la pérdida de autonomía que el Estado tiene ante las iglesias y el capital trasnacional, lo cual redunda en un discurso falsamente democrático para en realidad omitir la procuración de justicia para las mujeres, permitiendo la militarización de las zonas indígenas y de las ciudades fronterizas así como las agresiones a padres, maridos, y demás familiares, de la delincuencia organizada y de los agentes del Estado contra la vida, la sexualidad, la libertad de movimiento y expresión y la creatividad de las mujeres”.
“Los feminismos en México debemos impulsar que las mujeres jóvenes e indígenas se incorporen al movimiento mediante mecanismos de inclusión y procesos de acompañamiento. Proponemos reconocer las nuevas propuestas de trabajo de las mujeres, recuperando códigos y lenguajes propios, para identificar las distintas estrategias estales y/o nacionales que permitan construir estrategias colectivas”.
“En la búsqueda de inclusión de diferentes perspectivas en el mosaico de mujeres que conforma nuestro movimiento, estamos caminando con base en el principio de igualdad para exigir el cumplimiento integral de justicia, desde nuestras posturas, cosmovisiones, definiciones, autodeterminaciones y autonomías. Vamos caminando por el conocimiento y apropiación de todos los derechos enunciados y por enunciar, en la formación de un mundo diferente”.
“En particular, exigimos el cese inmediato del estado de sitio que viven las compañeras del municipio autónomo de San Juan Copala por parte de las fuerzas policiacas del Estado de Oaxaca y de las organizaciones paramilitares que se cobijan bajo sus alas. Con ello ratificamos nuestro repudio a todas las formas de criminalización de las mujeres por ejercer sus derechos sexuales y reproductivos; y, a la militarización del país y reconocemos a las feministas de Chihuahua por sus aportes para erradicar la violencia estructural contra las mujeres”.
En Zacatecas se refrescó la memoria, se ratificaron posturas y compromisos, se discutió ampliamente acerca de la ética feminista y el compromiso es fortalecer el movimiento para evidenciar no solo nuestra presencia en todos los ámbitos, también para fortalecer la inclusión de todas como una imperiosa necesidad ante los inmensos pendientes que obligan a repensar qué tipo de país y de gobierno se necesita.
rociog@prodigy.net.mx
Diputada Rocío García Olmedo. EL ENCUENTRO NACIONAL FEMINISTA. En: http://www.congresopuebla.gob.mx URL: Activa al 30 de sep. 2010
http://www.congresopuebla.gob.mx/index.php?option=com_content&view=article&id=7277:el-encuentro-nacional-feminista&catid=60:maria-del-rocio-garcia-olmedo&Itemid=35
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